Conflicto en Sudán: Importancia de las rupturas y procesos de democratización

 




Los procesos de democratización de los países tienen una importancia significativa que marca su realidad y la de la sociedad internacional. El apoyo e intervención del resto de estados en Sudán es imprescindible para asegurar una cooperación y una óptima democratización. 

En la actualidad Sudán se encuentra en un proceso de transición democrática que pretende acabar con la crisis generada tras el golpe de Estado de octubre de 2021. Los conflictos internos armados están protagonizados por el Ejército del Estado de Sudán y por grupos paramilitares, en concreto las RSF (Fuerzas de Apoyo Rápidas) que en el pasado intervinieron en conflictos internacionales y que en la actualidad guardan relación con grupos rusos implicados en la guerra ruso-ucraniana.

Nuestra premisa principal pretende especificar la relación que guarda el grupo paramilitar RSF con otros estados, la trascendencia de la intervención de estos en el desarrollo de Sudán, así como el papel fundamental que está ocupando actualmente la organización en el conflicto.

Me parece relevante dar cabida a la visibilización de este conflicto porque está en juego el futuro democrático o no de la región. Es relevante destacar en este análisis la trascendencia de que estos procesos democráticos sean desde el principio firmes y claros y rompan con inestabilidades que puedan florecer en un futuro.

La actualidad internacional de muchos países arrastra secuelas de los periodos predemocráticos afectando así al progreso evolutivo de las sociedades.

El análisis pretende exponer los factores externos que han llevado a Sudán a encontrarse en su situación, así como especificar los acontecimientos que han desembocado en la relación actual entre estados.  También es relevante identificar la postura de los actores internacionales porque determina de forma significativa la evolución de Sudán como estado.

Se procura recalcar la importancia de la asistencia internacional y de la creación de lazos interestatales para alcanzar así una sociedad mundial cooperativa.

 

En el conflicto interno de Sudán nos encontramos como bien hemos dicho con dos bandos. El primero de ellos es el Ejército del propio Estado de Sudán y el segundo el grupo paramilitar RSF. El pasado sábado 15 de abril estalló el primer combate en Jartum en el cual los miembros de la RSF fueron distribuidos por el país interpretándose así como una amenaza contra el actual gobierno. Los antecedentes de todo esto vienen de las tensiones que se crearon con el atraso de la celebración de elecciones en el país el pasado enero.

Mohamed Hamdan Daglo es el líder del grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido, nuestro actor principal. Esta organización que nació de las milicias Yanyauid (ejército paramilitar nacido en la zona de Darfur y el Este de Chad), fue acusada de cometer matanzas y violaciones en el conflicto de Darfur que tuvo lugar entre 2003 y 2008. Tras el derrocamiento de Al Bashir el grupo paramilitar se reconvirtió en una fuerza militar regular.

Rusia ha sido y es en la actualidad una fuente de suministro de armas para Sudán. Además durante los conflictos internos ha expresado en numerosas ocasiones su apoyo al gobierno. Rusia cuenta con un grupo paramilitar llamado Wagner (quien lucha en la guerra ruso-ucraniana actual) el cual apoya al Ejército de Apoyo Rápido evidenciando así la relación existente entre el RSF y Rusia.

Con relación a Estados Unidos, la violación de los derechos humanos y el papel de las RSF en el conflicto de Darfur fue condenada por este país, por lo que prohibió la importación de armas a Sudán. Cuando en 2019 se destituyó al dictador militar Omar al- Bashir, Estados Unidos expresó su apoyo a la transición del país. Pero a la vez ha mostrado su postura de crítica a la RSF por sus actuaciones en Darfur, y ha reclamado en numerosas ocasiones la investigación de la organización. A pesar de todo esto, las relaciones entre Sudán y Estados Unidos han mejorado porque Estados unidos retiró las sanciones que les impuso en 1997.

La hostilidad que ha existido y existe desde el siglo XX entre Rusia y Estados Unidos, el apoyo de Rusia al bando de la RSF en el conflicto actual de Sudán y los antepasados de Sudán y Estado Unidos obligan a Estados Unidos a implicarse en el panorama de conflicto y consecuentemente a convertirse en un actor que determine el futuro político de Sudan.

Es incuestionable por tanto que dos de las potencias mundiales, Estados Unidos y Rusia, serán decisivas en la evolución del conflicto y lucharán por alcanzar los intereses que disponen en la región.

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